lunes, 1 de julio de 2013

LA NOSTALGIA

La nostalgia Uno se da cuenta de que se está haciendo viejo cuando le llega la nostalgia. Y a todos nos llega, a unos antes y a otros después, pero siempre nos llega. La aparición reiterada de imágenes de lo que fue nuestra infancia marca un antes y un después en la vida de las personas. Yo ya soy vieja. Mi nostalgia, mi vejera, ha coincidido con la aparición de mi hijo en mi vida… Su crecimiento está marcando una revolución de recuerdos en mi mente , que hace que cada día aparezca una arruga más en mis recuerdos… Un día sí y otro también vienen a mi mente imágenes de la niñez. Vienen a mí flases perfectos… De cuando me sentaba en una sillita pequeña al lado de la cocina para ver como mi abuela me hacía una mini tortilla de patatas, de cuando mi madre me cogía de la mano en pleno verano para ir a casa de mis abuelos y me decía “hija, vamos por el desierto, pero mira, ahí está el oasis”. Cada vez que cruzo el poblado de Toledo, rebautizado como la Vega Baja, me veo de la mano de mi madre cruzando ese desierto. Me acuerdo como si fuera ayer, y hace mas de 30 años, de la piscina que mi abuelo nos hizo en el patio y de cómo mi hermano se tiraba de cabeza , no sé como no se escalabró considerando que la piscina no llegaba al metro y medio de profundidad; me acuerdo de cuando mi padre me llevaba al cine , era cuando en los cines se aplaudía cuando salían los actores- aquellos maravillosos años- . Lo veis, ya hablo como las viejas. Los recuerdos, todos, se han dulcificado y al recrearlos me suben las endorfinas ante el placer de esas escenas, que al menos en mi cabeza, son perfectas. Ni las arrugas, ni las estrías, ni la celulitis en las tías , ni que no se te levante en los tíos…No. La nostalgia es la prueba del cambio de ciclo… Los hay que viven con ella , con la nostalgia, pegada a la espalda incluso desde la infancia, recordando siempre el pasado, a su mejor amigo de la guardería cuando van a primaria, a su mejor amigo de instituto cuando están en la universidad, a su primera novia cuando están casados y tienen ya dos polluelos, son los hombres y mujeres de alma vieja, aquellos en cuya evolución es más visible el pasado que el presente. Los hay que están en el lecho de muerte y siguen pensando en la enfermera que vino a cambiarles el gotero hace diez minutos, son las eternas almas jóvenes, pero aún ellos en el último instante recuerdan la sonrisa de su madre cuando les preparaba el bocadillo de Nocilla. Y a la mayoría les pasa como a mí, todo es normal hasta que de repente un día se levantan y esos flases del pasado empiezan a llenarles la mente, casi en cada escena cotidiana… La nostalgia es la prueba de la vejez, creedme. Nostalgia de un mundo que ya no vuelve, de cosas que ya no volverán a ocurrir de la misma manera, nostalgia de una vida ya devorada y que nos demuestra que la felicidad no está en la vivencia sino en el recuerdo de la misma… Divina nostalgia, divina vejera